LA ÉTICA PROFESIONAL
En estos tiempos que corren del siglo
XXI, con una desleal competitividad, zancadillas e insolidaridad, no me
sorprende ni llama la atención la escasa ética profesional que algunos
“servidores” del Derecho manifiestan frente a aquellos otros del pasado, en
donde todo era elegancia y respeto.
Como si de un hotel, restaurante,
lonja o supermercado se tratase, se anuncia públicamente a través de Internet un
“fedatario público” en concreto un notario que se halla por el Vial Norte,
ofertando sus servicios, contacto, solicitudes, localización y especialidades,
que por cierto, no está bien redactado. O sea, que la discreción, el respeto
hacia otros compañeros y la deontología profesional queda para éste obsoleta.
Mas aún, a sí mismo, se auto encabeza
con “D.” cuando ello no solamente es desconocimiento de las reglas de
urbanidad y protocolo e ignorancia de la
sintaxis, sino que horriblemente, demuestra una falta de educación desde la
cuna… ¿O es producto de soberbia y endiosamiento? ¡Ay, si los antiguos notarios
levantaran la cabeza!
Fdo: Teresa Huertas.
Magnífico.
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